Día 3 – El Funicular

Lunes, 17 abril

Hola,

después de una cena de pizza y espaguetis, nuestras barrigas estaban bien llenas. Nos estábamos cansando y queríamos volver a casa. Eso significaba, de alguna manera, volver a subir la montaña.
Varios taxis y autobuses estaban parados alrededor. Aunque mi estómago había cooperado en conocer el Mare mosso, no estaba seguro de cómo se sentiría en un viaje serpenteante con los colegas de Antonio. Así que nos tocó correr. Mi rodilla izquierda, la llamaré Erich, me informó de que sin botas de montaña ni bastones sólo estaba preparada para una carrera parcial.
¿Qué hacer cuando dos miembros del equipo son tan irreconciliables? ¿Preguntarle a Matthias qué le parecía satisfacer a Erich llevándome a mí?
Pasamos por delante del funicolare. ¡Qué suerte! A pesar de que todos los excursionistas habían regresado hacía tiempo a tierra firme, seguía abierto. Una solución rápida y barata.
La cabina ya estaba esperando.
Comprar billete, validar billete, subir a bordo.
Arsenio llegó poco después que nosotros. Saludó a Francesco. Un gran espectáculo.
Luego quiso saber quiénes eran las demás personas del camarote. Cuando oyó mi nombre, cantó una vieja canción de los Beatles.

"¿Acabas de componer eso?", le pregunté molesto.
(Al final, canta sobre una mujer que no conozco, pero que no para de hacerme deletrear mi nombre. Hasta las autocorrecciones de mi ordenador y mi móvil están al servicio de esta, esta, esta.... persona).
Ha sonado el móvil de Arsenio.
Conversación importante.
Su mujer le estaba diciendo lo que había para cenar: Ragout.
Después de que Arsenio colgara, se produjo una acalorada discusión. Se trataba de cómo comer mejor el ragú. Matthias oyó el alboroto, pero no supo de qué se trataba.
Resumí: "La mujer de Arsenio cocinó espaguetis a la boloñesa y ahora todo el mundo discute si todo salió según las reglas".
Una sonrisa se dibujó en la boca de Matthias. La pasión y toda la emoción que estaba pasando. Los gestos y los aspavientos a nuestro alrededor de repente tenían un propósito.

Recuerda: la buena comida puede traer la paz.

Por cierto: es hora de desayunar.

Buenos días

Pinky

ArtGedeck Michéle Pinkernel

@2023 - ARTEINCLUIDO, Michèle Pinkernell

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