Día 12 – Excavaciones
Viernes, 30 junio
Hola,
en los círculos infantiles en los que participaba cuando era joven, se podía distinguir entre niños y niñas por su comportamiento en el arenero. Las niñas hacían pasteles de arena y los niños cavaban hoyos profundos. Lo que más me divirtió fue ensuciarme por completo utilizando a conciencia una mezcla de arena y agua.
Un compañero de clase llamado Hans me dijo una vez que había cavado tan hondo que hacía calor. Franz, otro compañero de clase, le superó. Franz afirmó que ya había avistado piedras verdes y calientes durante una de sus excavaciones.
Si entonces hubiera leído el artículo de Wikipedia sobre vulcanismo, sin duda habría insistido en que me enseñaran los dos agujeros. No porque desconfiara de los chicos. Me habría interesado por el agujero en sí. Debería haber tenido al menos 2 kilómetros de profundidad. Ahora me doy cuenta de que el esfuerzo logístico que supone cavar agujeros de esa profundidad habría sido demasiado para ellos, aunque hubieran trabajado juntos. Cuando pienso en ello hoy, hay algunas lagunas en las historias.
Las Azores se formaron por la actividad volcánica. En Faial, la Caldeira do Cabeço Gordo, los restos del borde del cráter en forma de caldera, se eleva en el centro de la isla. Los montañeros experimentados pueden llegar a ella desde nuestro hotel en cuatro horas. Matthias y Timo habían pensado en los derechos de las minorías y alquilaron un coche. Por eso subimos en coche al volcán.
Por el camino, nos dimos cuenta de que otros habían tenido la misma idea. La reunión semanal de la cadena de nubes del Atlántico Norte tuvo lugar ayer en la caldera y llegó poco antes que nosotros. Una interminable banda de nubes desfilaba sobre la caldera y miró a su alrededor. Probablemente estaban haciendo una barbacoa o tomando café, pero no llegamos a ver nada de eso. Un cúmulo de nubes nos esperaba en el aparcamiento de destino y nos envolvió por completo a modo de bienvenida. Un gesto bien intencionado. Nuestra vista también estaba bloqueada unos pasos más adelante: Nubes de capas estirando las piernas, llegando a acuerdos y discutiendo los objetivos de la reunión. No podíamos hacer nada. Teníamos la opción de arrastrarnos a cuatro patas para explorar los restos del volcán o hacer otra cosa.
Seguimos hacia el oeste. Aquí es donde el Volcão dos Capelinhos entró en erupción hace 66 años. Se puede aprender todo sobre ello en un pequeño museo. Una película en 3D cuenta la historia en doce minutos. Comienza con el antiguo continente de Pangea, termina con la formación del volcán y explica por qué el faro está parado en tierra firme sin motivo. Originalmente, el faro estaba junto al mar.
El pequeño Lino salió de la película profundamente impresionado. Se instaló en la playa y empezó a cavar un profundo agujero. Después de las vacaciones, probablemente le cuente a su novia Calista la emocionante historia de cómo excavó hasta llegar a la cámara de magma de un volcán aún burbujeante. Hay cosas que nunca cambian.
Hasta pronto
Pinky
